ENTREVISTA CON VANESA MUÑOZ. DESPUÉS 5 AÑOS OBSERVANDO SU POESÍA 3DIMENSIONAL Y COMO SE ESTÁ USANDO LA ESCULTURA COMO MODELO DE PENSAMIENTO. CARMEN HUST | FEBRERO 2020
¿Cuál es tu motivación? Diría que mi motivación es básicamente vocacional, si no sería bastante complicado explicar el camino a veces tan agónico del escultor y su proceso creativo. Pues el trabajo el escultor es, creo, el más prosaico de los procesos creativos. Es bastante parecido al trabajo de un albañil, lijas, cortas, sueldas. Toda pesa y emitimos ruido.
En mi caso el proceso creativo no es un impulso en dejarse llevar, una catarsis. Es más, un tema de control de la técnica y de la materia, pues concibo que a través de la excelencia de la Techne puede llegar de manera más precisa el mensaje al observador sin necesitad de un conocimiento previo del concepto abstracto que se revelan en cada una de las piezas. Y también y no menos importante, si no mantengo cierto control en el proceso puedo realmente tener pérdidas, en el mejor de los casos una equivocación puede llevar a perder material costoso, en el peor, puedes perder un dedo con la radial.
Es más en este mundo de la híper producción con un contexto histórico tan convulso, a veces uno se plantea que sentido tiene producir objetos que no satisfacen ninguna necesidad básica, esta encrucijada ética es en ocasiones una gran losa ...por ello la respuesta es simple, la necesidad de crear es más fuerte que la coherencia estructural de la sociedad, es así cuando la vocación se convierte en el motor, en el que tienes la constante motivación para realizar la tarea día a día convirtiéndola en PASIÓN y el único propósito de la vida. Es un método para enfrentarse al caos del mundo físico, mediante la técnica convierto dicho caos en algo comprensible para la posterior digestión de la realidad, eso hace que mis límites se disuelvan y transformen el caos en luz generadora de creación. A veces como artista, me siento como aquel Sísifo de Albert Camus que abraza el absurdo del trabajo inútil.
¿Qué vía prefieres y porqué? De siempre mi vía de creación ha sido las tres dimensiones, todas mis ideas estéticas se configuran con volumen en mi cabeza, sería al más estilo kantiano decir que el proceso Creativo se forma desde la estética trascendental a priori mis ideas se forman con un espacio y tiempo definidos. Aunque trabajo con bocetos previos para adquirir una idea mas clara de por donde abordar la forma y dominar la técnica para que el mensaje quede más nítido, la escultura ha de hablar por si sola y mediante el tamaño, el material y el juego con el espacio intuir la naturaleza de la idea que hay detrás.
Los materiales que trabajo están sumamente sometidos al concepto, pues es tal el poder emocional de los materiales que no se puede obviar a la hora de crear, no es la misma percepción sensitiva una escultura de unas alas en plomo, que en livianas plumas. En unas dará sensación de levedad y otras de pesadez manteniendo así la misma forma, el material nos transmite experiencias muy distintas. Si hablo de construcciones de realidad suelo tratar con maderas que nos muestran la raíz la base de la natura, si la pieza habla de temas de física o de misterios del universo, trato con metales y aluminios, materiales que creo son comunicantes de energía
El tamaño se concluye de la misma manera, no es lo mismo tratar temas mundanos, cual el tamaño será de dimensión acorde con el hombre que si son temas del universo dimensiones en el que el sujeto no lo pueda abarcar. Ante lo minúsculo y lo monumental el propio cuerpo reacciona de maneras distintas.
¿Tienes una idea preconcebida y porqué? Diríamos que en el 80% de las veces parto de una idea concreta, pues de lo contrario siento que la obra carece de personalidad y cae simplemente en ornamento.
Mi fuente de inspiración está en los libros de física, matemáticas y filosofía. En el caso de la física y matemáticas con la humilde visión de una persona de letras leyendo dichos libros aunque en el momento en el que ponen puristas y muy técnicos me pierdo considerablemente, entiendo la estructura estética que hay detrás de esa teoría, si dicha idea es en azul de hierro o madera, si es orgánica y simple o ha de representar la incertidumbre en juegos ópticos, es el símil de escuchar una canción de lengua extranjera, en la que no entiendes del todo el mensaje pero que no puedes parar de tararear porque dicha sinfonía te llega y te estremece. E incluso podrías crear una coreografía totalmente coherente en base dicha melodía de lengua extranjera. Los temas que más me interesan son la construcción del lenguaje y la palabra como unidad de realidad, el entrelazamiento de las partículas, la entropía y ciertos conceptos de termodinámica me resultan altamente atractivos y ricos en formas y colores.
El otro 20% trabajo puramente por instinto, pero más como un tema de adquisición de conocimiento empírico para aplicar posteriormente a algo más concreto. Donde experimento con contrastes, texturas y posibles aciertos y descartes. Estos últimos suelen ser destruidos en favor al espacio en blanco.
¿Cuál crees que es la clave de una buena composición? Creo que la buena composición siempre estará en la honestidad creativa, pues no hay nada menos auténtico que lo pretencioso y lo efectista.
Ya sea un simple trazo o una compleja escultura monumental han de ser coherentes con lo que se quiere expresar y no con lo que el oyente quiere escuchar. La clave para que se distinga una obra de arte a una simple decoración esta en el triángulo equilátero entre cabeza – manos y corazón. Si en la composición sólo se aplica el corazón, se puede caer en la decoración, estéticamente efectista pero conceptualmente aburrido. Si en la composición tan sólo aplicamos la cabeza podemos adentrarnos en una obra plana carente de alma y de vigor. Sin lugar a duda creo firmemente que la buena composición debe tener ciertas dosis de valentía.
La conclusión de una buena composición en el arte plástico es cuando el espectador intuye la naturaleza del mensaje sin necesidad de justificación. Percibir la obra desde el corazón desde la entraña, pero con la base coherente del concepto.
Mencionar algún artista que te haya influido. A lo largo de los años tanto mi evolución personal como profesional ha llevado a que lo que me influyese o captara mi atención variara según el momento vital en que me encontrara. No era lo que veía sino la experiencia que obtenía en dicha observación.
Sin lugar a dudas hubo una fractura un punto de inflexión tras cursar la escuela de arte y los estudios de filosofía me alejé del enfoque totalmente antropológico y abracé la abstracción como única vía para la creación, Ya no hablaba de lo que conocía sino de lo que quería conocer. Pasé como única fuente de inspiración temas puramente filosóficos y físicos. Cuánto más leía sobre dichos temas, más insignificante me resulta el ser humano y más apasionadas me resultan la búsqueda del axioma, la tautología alejado de todo capricho humano.
Desde las teorías de la mecánica cuántica, la teoría de la incompletitud de Gödel, La hipótesis del continuo del Cantor o los descubrimientos sobre los agujeros negros me resultan infinitamente más interesantes que cualquier tipo de problema existencial. Así que pasé de ser influida por escultoras como Louise Bourgeoise, Eva Hesse, Joseph Beuys. También tuve cierta simpatía por los constructivistas rusos y su utópica forma de pensar sobre la evolución social a través del arte y concienciar así de la posibilidad de un cambio. Me empezaron a interesar las tensiones tanto formales como cromáticos de Anish Kapoor o Richard Serra. La abstracción de la forma y el valor emocional del cromatismo. Influenciada por los juegos de percepción y frialdad del arte óptico de Cruz Díez y la austeridad y excelencia de las formas de Oteiza y sus ideas filosóficas sobre el ser estético reinterpretando a Heidegger.
Este artículo sobre VANESA MUÑOZ está elaborado como un diálogo con el artista. Su participación en la revista fue en ARTICULATE # 3. Lea, descargue o solicite su versión impresa de la publicación anterior por aquí abajo. Fíjense que la revista es en Inglés.